Miradas infinitas, tantos tipos, tantas diferencias, tantas sensaciones disimiles, opuestas, a veces estremecen y otras más que el mar, calman. Miradas que se reconocen y que sientes familiares, y por poco te brindan seguridad y quietud.
Miradas que tientan, llaman y atrapan
Miradas que cansan, inmutables, molestas, forzadas.
Miradas que marcan, inolvidables, sea cual sea el sujeto que la emita, la mirada es la que queda.
Miradas que hablan, sin necesidad de una boca que escupa palabras, comunican tanto o más que aquello.
Miradas silenciosas, que te hacen callar o retroceder.
Miradas sonrientes, que alegran, reviven y agradan
Miradas tristes, que lamentan pérdidas, que lloran sin lágrimas, que al encontrarlas mueven y conmueven.
Miradas que caminan pidiendo perdón, las cuales te invitan a sentir, acariciar, querer...
Miradas que atraen, sin desear.
Miradas que quieren, que creen, inocentes e ingenuas u ocultas tras algo que no son.
Miradas que anticipan y preparan para un mañana.
Miradas que alimentan y congelan el tiempo sin pensar en el cómo.
Miradas que alientan y empujan a ser quién eres sin temores demás.
Miradas que aterran pero aun así obligan ser vistas.
Miradas que buscan, miradas que encuentran.
Miradas que agreden, que mienten e ignoran.
Miradas celosas capaces de convertir acciones y reacciones.
Miradas seguras.
Miradas oscuras, de colores, que brillan como un ser independiente.
Ninguna mirada es común, ¡ninguna!
Miradas que sienten y presienten.
Miradas que ocultan y omiten.
Miradas que viven, sobreviven, piden y exigen.
Miradas que huyen de miradas más poderosas.
Miradas que crecen.
Miradas que mueren sin sensación ni distracción.
Miradas que transmiten, miradas que le siguen sonrisas, o por el contrario, miradas que son consecuencias de una...
Miradas... cientos de putas miradas, cada una distinta a la otra, unas más interesantes que otras, otras más sinceras que el resto, miradas que miran y buscan ser vistas, miradas que existen y quedan, miradas que mueren y olvidas, miradas eternas en la mente, miradas.