Créelo, si te ha hecho sentido. Hazlo pues, si lo sientes.

abril 24, 2010

Escribo por...

Distingues la rabia, el cielo a tus pies y el suelo está aterrado, ¿ que ocurrió ? dolor, la brisa de lágrimas dulces en aquel monumento de tu ira, de tus sentimientos, del vomito que contenía pensamientos y recuerdos. Me expulsaste de tu cuerpo y ahora estoy atrapada en tu mente ¿ no es verdad ?, ayuda a quien lo necesite, me ofreces tu sucia ayuda cuando estoy mejor que nunca, introdúcete en aquel abismo oscuro de basura y carne, sangre, saliva, en gris. En blanco y negro sentía, pensaba y veía... pero ¡Por fin! te haz ido veo todo de color, ¿qué color? es el color del placer y de la avaricia. Pobre de ti, inocente animal, tan claro por la sonrisa de la luna y ahora lo que pretendes es tomar el sol con tus manos, en serio eres fantasía de bobos y de anormales que ven el mundo como un puto reloj que a las doce dejará de funcionar. Hay aves que miran el cielo y se arrastran por aquellas nubes negras, nubes que me dicen lo que pasará mañana conmigo. Soy yo de nuevo, soy molesta y amo aquella sonrisa, fluorescente ¡casi como un flash! ese árbol intenta demostrar que es mejor que yo solo por que aporta a esta bola terrestre, quizá yo no de oxígeno, pero he dado alegrías y abrazos, comerse al pueblo como lo hace mucha gente en la cotidianidad  del puro sentimiento. La impureza me caracteriza, veo letras que levitan por sobre mi cabeza, puede que quieran apoderarse de mi... Mis manos ya no me siguen, no me obedecen, no quieren tocarte, te han olvidado. Estoy tan fría como aquel amor que hubo, no existe, ¡entiéndelo de una vez!. Hay cámaras que me aman por que tengo la mirada más intensa, haré que te vuelvas para mi con solo mirarte a los ojos. Tú lo sabes bien... Ya no eres tú quien vuela en el cielo de mis sueños, encontré otro ángel que puede protegerme, querido ángel que a mi disposición te encuentras, que con tus brillantes ojos iluminas mi despertar, no temas... no temas, ¡calma! no te haré daño, todos hemos tenido miedo alguna vez y hoy te confieso, eres mi miedo más oculto que ya no puedo retener. Quédate conmigo por ahora, aquel beso a la distancia que entibió mis labios sedientos de color y seducción. Nunca más se escuchará el 'Te quiero' en las calles, la desconfianza ha reinado en el reino de la máxima claridad, aquel reino que alguna vez iluminaron sus ojos y que ahora los míos son capaces de hacerlo por sí solos. No pienses en mi, que yo jamás lo haré...

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