Fly away of here ☼

El ser humano permanentemente tiende a buscar la felicidad y es cuando me comienzo a cuestionar, ¿He podido alguna vez, ser feliz? ¿Para qué ser feliz?. En cada momento, siempre y sin excepción, que me siento totalmente feliz y completa en todos los aspectos hay algo que me tranca, y que detiene toda esa luminosidad que alguna vez logró exaltarme y encontrar lo mejor de  mí. Desde la segunda vez en que mi plenitud se vio interrumpida, de manera concluyente, tomé una de las decisiones más acertadas y firme de mi corta vida que vale decir, era la única opción para volver a reencontrar ese ser resplandeciente que penetraba mis oídos y buscaba con la mirada cada color y posteriormente se centraba en mis latidos hasta hacer que éstos se aceleraran para que al fin poder sentir la alegría. La alegría de cada olor que me cautivaba o de cada sonido desconocido y extravagante que me hacía temblar de miedo pero a la vez mi mente se hacía cada vez más adicta a él. Jamás he podido hacer que todo calce a la perfección, pero también creo que no es necesario ser solamente feliz para estar completa, la vida misma se basa de amoríos y a la vez desamores, de pestañeos y profundas respiraciones y definitivamente, de sustos y superaciones. Entonces para qué buscar solo la felicidad si al arriesgarse ganas vida y es eso lo que me preocupa verdaderamente, vivir, sólo vivir. Todos, absolutamente todos los finales son grises y aunque cueste asumirlos hay que comprender que cada acción atrae a una segunda y eso es lo que tristemente me consuela. Miremos el cielo por última vez, juntemos las estrellas y recordemos ese momento y que jamás muera. En un lugar recóndito he de guardarte en el momento preciso y debes hacer lo mismo. Buenas noches