La historia más importante, más corta, más intensa. Basada en risas y dolor, y abrazos, los abrazos más fuertes, con más culpa. Cuando pensé que todo estaba bien volví a destruirlo, me he vuelto un desastre, pero ahora no importa que yo me destroce, no puedo dejar de pensar en ti, más bien, en lo mejor para ti. Aprendí, comprendí, fui feliz, perdonar no es todo pero me quitaría un carga, un peso de encima. Perdón por no hacerlo mejor, por no ser útil, comunico a través de estas palabras pero no soy capaz de concretarlas.
Y los recuerdos siguen ahí, guardados, junto con los mejores.
Tengo miedo, lo desconocido, no quiero volver, es el fuego, nada que hacer...
Que el frío rosó mi piel tan pronto que no alcanzó a herirme, la superficie de mi cuerpo no se siente, he roto el escudo, estoy desprotegida, no puedo.
Perdí el aliento, las ganas, el sueño, a ti... Eras quien yo pensaba y realmente, mucho más, una sonrisa es más significativa de lo que crees, me es difícil opinar, mi mente se ha ido contando tus pasos, he vuelto a ser yo mas no quiero serlo. El agua más fría, la pupila en la negación, la caminata más sombría y solitaria, nada nuevo.
Buenas... noches.
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