Créelo, si te ha hecho sentido. Hazlo pues, si lo sientes.
julio 28, 2011
...y ciertos profesores que todavía tienen
en sus armarios el pañuelo rojo
llevan a sus alumnos al museo
para que tomen nota disimuladamente
de cómo eran las momias y los pueblos
y claro los muchachos que absorben como esponjas
se levantan sonámbulos en mitad de la noche
y trotan por los blancos corredores
diciendo pueblo saboreando pueblo
mas como en la vigilia vigilada
ya nadie grita ni murmura pueblo
hay en las calles y en plazoletas
en los clubes y colegios privados
en las academias y en las autopistas
una paz algo densa/ a prueba de disturbios
y un silencio compacto/ sin fisuras
algo por el estilo del que encontró neil amstrong
cuando anduvo paseando por la luna sin pueblo.
Mario Benedetti - Te acordás hermano.
Y me quedé en la corte para el juicio eterno ~*
Nací un 9 de junio, invierno, debo suponer que era un día frío y obscuro, también que mi madre sufrió bastante por su avanzada edad pero aun así que estaba feliz por traerme a este mundo, nuevo para mí.
Es tan curioso como desde el primer pestañeo de tu vida, el exterior se esfuerza en describirte, tratar de encontrar defectos, virtudes, extrañezas o similitudes; "que bebé tan lindo", "es blanquito", "tiene los ojos claros". Afortunado el nuevo ser que no es material de juicios más personales, lo que se habla de él es meramente superfluo y hay algo mejor: él mismo no sabe de ello...
-Cuantas ganas de volver-
Prontamente ya no sabes quién eres y te esmeras en reencontrarte y te engañas; y no eres; quieres, estás.-
Y los huesos se enfrían, y la carne está viva. Y lo que se siente es intangible, no se puede arrancar, pero la piel lo cubre y se esconde. Mas no se va.
Sé quién soy y no reniego de ello, desearía que a quienes quiero les agrade tanto como a mí. ¿Me agrada? sí, pero odio la parte en que mamá ya no sufre por haberme parido sino por ser la unción de todo lo peor. Y Qizá a veces no está feliz por haberme hecho llegar a su vida. Pero aclaro, ella me quiere, sé que me quiere. Por obligación.
Me quedo en blanco y no vuelvo, cierro los ojos y siento, me siento. Mis oídos dormidos están, el ruido lo aprendí, lo retuve en el subconciente, aquella molestia ya es parte de mí, no lo escucho. No me escucho.
Un abrazo apretado que comunica el dolor, que desea ser escuchado y señala miles de sentimientos mas no es entendido ni mucho menos tomado en cuenta. Es uno más, soy ese abrazo.
Quiero ser ese alguien que complazca pero antes debo estar satisfecha, lo estoy, no consigo que los demás también lo estén.
Y el espejo se quiebra como la piel al dejar de ser vista, no pido atención.
Buenas noches!
Es tan curioso como desde el primer pestañeo de tu vida, el exterior se esfuerza en describirte, tratar de encontrar defectos, virtudes, extrañezas o similitudes; "que bebé tan lindo", "es blanquito", "tiene los ojos claros". Afortunado el nuevo ser que no es material de juicios más personales, lo que se habla de él es meramente superfluo y hay algo mejor: él mismo no sabe de ello...
-Cuantas ganas de volver-
Prontamente ya no sabes quién eres y te esmeras en reencontrarte y te engañas; y no eres; quieres, estás.-
Y los huesos se enfrían, y la carne está viva. Y lo que se siente es intangible, no se puede arrancar, pero la piel lo cubre y se esconde. Mas no se va.
Sé quién soy y no reniego de ello, desearía que a quienes quiero les agrade tanto como a mí. ¿Me agrada? sí, pero odio la parte en que mamá ya no sufre por haberme parido sino por ser la unción de todo lo peor. Y Qizá a veces no está feliz por haberme hecho llegar a su vida. Pero aclaro, ella me quiere, sé que me quiere. Por obligación.
Me quedo en blanco y no vuelvo, cierro los ojos y siento, me siento. Mis oídos dormidos están, el ruido lo aprendí, lo retuve en el subconciente, aquella molestia ya es parte de mí, no lo escucho. No me escucho.
Un abrazo apretado que comunica el dolor, que desea ser escuchado y señala miles de sentimientos mas no es entendido ni mucho menos tomado en cuenta. Es uno más, soy ese abrazo.
Quiero ser ese alguien que complazca pero antes debo estar satisfecha, lo estoy, no consigo que los demás también lo estén.
Y el espejo se quiebra como la piel al dejar de ser vista, no pido atención.
Buenas noches!
julio 18, 2011
He vuelto con cadenas y lágrimas.
Y aquel recorrido se ha hecho agua que se escapa, se ha vuelto todo tan insano que recordar duele, y no existe apoyo alguno. Estar sola frente al altar, de rodillas, pidiendo perdón por algo que no haz hecho, suplicando piedad a alguien en quien no crees, y no hay salida. No hay escape que satisfaga las ansias de desaparecer aun cuando estás más ausente.
He hecho de mis palabras un arma mortal que asesina por completo aquel sentimiento que corroe mis vísceras y los problemas no se van, no me dejan, pero se transforman en eso que me mueve y que motiva a mi mente a seguir adelante. La fortaleza es tan propia como la aflicción de tanto estar.
Un amor que no se cuestiona, que no se condiciona, ¿ha de ser real?, no son más que palabras confusas e inconscientes para calmar y colmar. Sirve de tranquilizante sin sentido, sin sentir.
Mas a fin de cuentas quiero estar, no por capricho de lucha, sino porque es el instinto al que autoricé a guiarme y es quien me dice que aquello es donde puedo, debo y por sobre todo, quiero desenvolverme.
Estamos solos frente al mundo pero el mundo no nos percibe, no somos actores relevantes en él, sí él en nosotros.
Basta con cinismos y aclaremos los malestares pues es solo eso lo que pudre la psiquis, el cansancio comienza a ganar y el poco tiempo que tiene nuestro pasar no se disfruta, se pierde...
Ni buenas, ni malas... {Noches} ¡Adiós!
He hecho de mis palabras un arma mortal que asesina por completo aquel sentimiento que corroe mis vísceras y los problemas no se van, no me dejan, pero se transforman en eso que me mueve y que motiva a mi mente a seguir adelante. La fortaleza es tan propia como la aflicción de tanto estar.
Un amor que no se cuestiona, que no se condiciona, ¿ha de ser real?, no son más que palabras confusas e inconscientes para calmar y colmar. Sirve de tranquilizante sin sentido, sin sentir.
Mas a fin de cuentas quiero estar, no por capricho de lucha, sino porque es el instinto al que autoricé a guiarme y es quien me dice que aquello es donde puedo, debo y por sobre todo, quiero desenvolverme.
Estamos solos frente al mundo pero el mundo no nos percibe, no somos actores relevantes en él, sí él en nosotros.
Basta con cinismos y aclaremos los malestares pues es solo eso lo que pudre la psiquis, el cansancio comienza a ganar y el poco tiempo que tiene nuestro pasar no se disfruta, se pierde...
Ni buenas, ni malas... {Noches} ¡Adiós!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)