La neblina latente que invade poros recelosos
cree en el dolor de mi sangre
vuelve en un vuelo sincero
dame el calor de tus alas
incendia este pecho inflamable
por mis vértebras escala hasta el cenit
recorre mis huesos y quiebra el sentir.
Devuélveme la electricidad de mi tráquea
y traga mi lengua en ese intento de unción,
encuentra mis anhelos ocultos
tras árboles generosos.
Vive en mis entrañas el grito consciente
el gemido vital, rojizo.
Oscurece estos párpados olvidados
y envuélvete en la humedad
de mi cintura.
Erotiza mi alma con aves,
esas que corren sin el viento
que se pierden en las nubes
de misterio y religiones.
Renace de los zurcos, del quinto infierno
entrega la pureza y muestra el brillo
que en tus ojos se posa firmemente.
Vive en gracia, en sueños -ser de en-sueños-
como el agua libre
y en la pluma regálame poesía,
poesía como tu lengua recorriendo mis risas
poesía como tu silueta un viernes por la noche.
Regálame simpleza de lluvia
no caigas al abismo de ojos egoístas
¡Sentidme en este otoño!
nuestro -Tuyo, mío-
No hay comentarios:
Publicar un comentario