Él dijo que sería un adiós,
cuando se marchó
ella se quedó ahí paralizada,
mirando el techo por horas, haciendo el intento de llorar a gritos,
no logró siquiera dormir, o al menos calmar la respiración
Y es que desde el momento en que sus Te amo no coincidían con su mirada,
ella poco a poco se congeló.
-Quizá vuelva a sentirse capaz de querer nuevamente, alguna vez-
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