Contradicciones y despreocupaciones que al final del cuento te preocupan aún más.... inútiles, putas interrupciones que nublan cielos y quiebran sueños, sin dirección, sin proyección.
Y el estar sin ser apaga mis sensores, que alertas estaban esperando un llamado de aquello que jamás descubrí y que no tengo interés de hacerlo, por lo demás.
Esperar se ha vuelto triste y desvanece cada pieza intensa del sentir en su máximo esplendor. Si todo está lleno de sentimientos -Por desgracia- sin sentido alguno, aparece todo tan claro y aún así no lo comprendo, me he convertido en un muro, tan fuerte en su superficie, pero por dentro... y quién se pregunta cómo está su interior? a quién realmente le importa? y porqué ha de importar aquello si por mucho que emocionalmente te afecte algo ajeno, no transformará tu vida. Maldita sea, maldición, porqué he de estar si no quiero y porqué he de ser si no puedo.
Estoy siendo egoísta?, porqué no serlo si vivo sola pero rodeada de gentes que más bien son ajenas a mi, que sigo una línea y aún así involuntariamente el cinismo externo me perturba y mueve my world.
Porqué el porqué es tan importante. El cómo cambia todo, cuestionar al quién es habitual y el cuál es un derecho, a qué se debe tanta curiosidad, seremos realmente mejores al buscar una respuesta? si en vez de hacerlo podemos tan solo vivir, tan solo ser y estar. Y nuevamente todo se reduce a eso, para qué estoy? y porqué soy?.
Fragilidad, cada ilusión rota, cada uno por caminos paralelos, cada quién por donde quiere. Somos capaces de jugar con la felicidad de otros para encontrar la propia, somos animales pensantes y aún así estamos peor de lo que deberíamos, pensamos y actuamos. Actuamos para una reacción, queremos por una satisfacción, vivimos. Somos y estamos.
Buenas noches...
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