El elixir salvaje de nuestro febril humor hecho uno, y la perfección se ha vuelto costumbre, sorpresas fascinantes que prefiero tomar cautelosa, caminar a pasos cortos para eternizar el sentir, un tierno y superficial para siempre e intentando no espantarme me aferro temblorosa a tus inmóviles piernas, me desoriento en el brillar de tus pupilas mientras tus armónicos labios me dicen qué hacer, guíame hasta el final.
El violento ruido del adiós me adormece y me encamina a una tierra donde las nubes soplan y el viento flota, más así tornando el sol a oscuro y la luna al otro extremo mirando de manera penetrante y sacando la lengua cuando le das la espalda, un abrazo a la distancia y un rose sensual a través de los sentidos.
Y el palpitar prodigioso de un beso humedecido por lágrimas invisibles, suenas tan bien que anhelo oírte, te ves tan bien que escribo por ti y para ti, te veo y te oigo. Muero en ti, me he vuelto un ser egoísta siendo el ego, tú... no quiero decir que los demás no lo sean, o quizá si... o no... quién sabe.
Recostadas apretándonos en un abrazo que deseo no termine, cierro los ojos por primera vez (antes no lo hacía para no extrañar tu rostro) y te sigo viendo, la única imagen eres tú. Que alegría que existas, y pensar que te busqué por tanto y cuando me rendí llegaste pero ese es otra historia. Vivo de ti, sobrevivo por ti.
Tienes prisa, quiero un beso, quiero diez. Te veo caminar hacia el otro extremo y el extrañar se apodera de mi totalidad, mis ojos encandilados por la despedida de tus labios, y aun queda tu olor impregnado en mi, te llevo conmigo, conmigo.
~ Noto mis falencias, deseo optimizar cada rasgo, me desagrado.
Buenas Noches...
No hay comentarios:
Publicar un comentario